por Luijordana | Ene 31, 2014 | Las Todas
¿Conocéis a alguien capaz de comprar una mesa y destornillador en ristre, acoplarle unas ruedas para trasladarla a la terraza con más facilidad? ¿Alguien que tenga sus collares perfectamente ordenados detrás de un cuadro hecho a medida que los oculta? ¿Conocéis a alguien que haya forrado igual todos los álbumes de fotos para que luzcan más bonitos en las estanterías? ¿Conocéis a la practicidad, el perfeccionismo y la planificación hecha persona? Yo no sólo la conozco, sino que es una gran amiga, es una Toda y su nombre es Carola Baeza. A ella no le da ninguna pereza hacer este tipo de cosas. ¡Realmente todo este tipo de detalles, son una inversión en innovación que le van a facilitar su organizada vida o se la van a hacer más agradable porque han conseguido su objetivo estético!
Conocí a Carola hace muchísimos años. Ella hacía gimnasia rítmica y competía a nivel nacional. Yo, que nunca he sido muy habilidosa para los deportes, entrenaba a nivel «preparativo». Carola no me conocía, pero yo a ella perfectamente. Seguía con total admiración todos sus entrenamientos. Ella tenía una forma de moverse en el tapiz muy peculiar, con una gran curvatura en su espalda y las manos en forma de cuña. Ya de niña, apuntaba su gran personalidad. Los movimientos de Carola eran estudiados, buscaban el perfeccionismo. Como no podía ser de otra manera, se exigía cada día más para dar lo mejor de sí. La entrega de Carola en todo lo que hace es absoluta.
Tuvieron que pasar muchos años para que Carola y yo, nos encontrásemos y empezásemos a compartir nuestro tiempo. Fue en la adolescencia y más tarde en nuestra primera juventud cuando realmente establecimos los lazos que han hecho que ahora seamos íntimas amigas. En aquella época compartíamos no pocas noches de estudio debajo del póster del Príncipe Felipe, que combinábamos con macro-juergas nocturnas. «Sagradina» en su infancia, fue otra de Las Todas que también pasó por la experiencia norteamericana antes de empezar su carrera de Económicas. Más tarde completaría su formación con un Erasmus en Suiza. Físicamente Carola era una niña super resultona. Su porte, hoy en día, no ha cambiado en absoluto. Su educación postural, su manera de moverse, su tipazo con un trasero envidiado por cualquier mujer y su pelo fuerte, brillante y esmeradamente cuidado, la convierten en una mujer muy atractiva, que no se deja «cazar» y vuela libre.
Yo me precio de conocer muy bien a Carola. Para mi, es todo un honor, ser de las personas que se benefician de la amistad de ese grandísimo corazón que hay debajo de esa manera directa de decir las cosas. Esa poca asertividad de Carola no todo el mundo la entiende, pero ella es clara y concisa. Esta Toda es la persona más sincera que he conocido. Nunca, nunca escucharás algo de la boca de Carola que no piense de verdad, intentará no hacerte daño al decírtelo, pero te lo dirá…por supuesto,si con eso cree que está haciéndote bien. Hay gente que no le gusta que le digan las verdades a la cara, cuando ella lo detecta, lo respeta mucho y deja distancia, para no entrometerse.
Si os dais cuenta, su comportamiento con los amigos es como el de una madre. ¡Y es que es así! La virtud que más destaca en Carola es que es una magnífica madre, dedicada y entregada a sus hijos. Lo más importante de su vida. No hay nada que Carola, deje de hacer por sus hijos. Cuando de ellos se trata, no existe ni la pereza, ni el cansancio, ni cualquier otro evento que le impida hacer lo que debe hacer y en el momento que lo debe hacer. Es capaz de sacrificar cualquier cosa por ellos, porque se lo pidan o porque ella crea que lo necesitan. Es capaz de cambiar sus planes, teniendo en cuenta que eso en Carola es una auténtica hecatombe, su cerebro puede llegar a «sofronizarse» ya que la planificación a largo plazo es una de las máximas de su vida. Es capaz de hacer kilómetros para que ellos estén donde quieren estar o donde deben estar. Capaz de meter horas en la cocina para hacer ricas tartas y platos deliciosos que compartir con ellos. Capaz de ponerse los esquís a temperaturas infernales sin gustarle en absoluto esquiar. Capaz de educar, de amar, de dar ejemplo, de conversar , mimar, animar y consolar. Carola es como esa madre del juicio de Salomón, capaz de sacrificar lo que haga falta por el bien de sus hijos. Son 2 niños preciosos, Nico de 10 años y Alfonso, ya todo un adolescente. Los dos adoran a su madre.
Carola, para mi, es la muestra de que todos podemos dar más de nosotros. El truco: Organización y planificación. Ella lo mismo cocina una tarta de pera y chocolate, que pinta las paredes de su casa, que compra la bolsa de basura del mismo color que el cubo, que cumple sobradamente con los compromisos de su vida profesional….Ahora si, no esperéis de Carola que sueñe en ideales utópicos e irrealizables. Si hay gente con los pies en el suelo, a mi gran amiga le pusieron debajo una zanja y se los enterraron a unos metros de profundidad. Para Carola en la vida todo tiene que tener una explicación lógica y si ella no la entiende la pregunta, pero no se quedará sin respuestas.
Carola en definitiva es una mujer independiente y «echada palante». Como pasa muchas veces, Carola no comió perdices al final de su matrimonio y siendo sus niños muy pequeños supo afrontar con valentía la situación que se le presentó y que le dio un vuelco a su vida. Con un «par de ovarios», aprendió de sopetón a asimilar el golpe encajado, y su nueva situación, en soledad, con 2 pequeños a su cargo. Las típicas cosas que yo le pido a mi marido que haga por mi, Carola aprendió a encararlas sola, desde poner unas cadenas al coche hasta hacer bricolaje en casa. Siempre ha contado con el apoyo de su familia, sobre todo con el de su hermana Vica, su madre y su padre por el que siente predilección al igual que sus Alfonso y Nico.
Yo la quiero un montón y la admiro muchísimo. Como siempre orgullosa de ser todista… y tu. Eres todista?
por Luijordana | Ene 17, 2014 | Las Todas
Ya me lo avisaron. Me lo avisaron por varias partes.
-«Te estás metiendo en un berenjenal»- Me han dicho algunas personas que conozco.
-«Una vez que has comenzado tienes que escribir sobre todas, y hay algunas «más complicadas» que otras»
En absoluto creo que ninguna de mis amigas sea complicada. Además, cuando conoces bien a la gente, es sencillo que fluyan las palabras que las describen. Lo que si es verdad, es que hay cierta complejidad a la hora de escribir sobre Las Todas. Ésta viene dada porque hay muchas de ellas que han tenido vidas intensas con situaciones inesperadas, a veces tristes, a veces incluso dramáticas. Este tipo de situaciones, cuando eres niño, siempre piensas que le pasan a otros. Cuando escribes sobre una persona no puedes obviar hechos importantes dentro de su vida, ya que estas circunstancias son realidades que la conforman, pero es complicadísimo tocar el tema con delicadeza para no remover el pasado, no herir a nadie y tampoco caer en la sensiblería facilona.
Y esto me pasa con Belén. Ella es una Toda desde siempre. Estudió en el Colegio Británico y empezamos a coincidir cuando salíamos por las tardes a «Oh de Bailar», «Yuppies» o «Green». Enseguida entablamos amistad. Belén era una niña muy popular en aquella época. Tenía una maravilla de «tipín», una melena rubia naturalmente rizada y una sonrisa siempre dibujada en su cara. Yo la recuerdo con sus 501, su jersey atado al culo y su pañuelo en la cabeza a modo de diadema. Porto era una chica admirada por las niñas y pretendida por los chicos. Tengo un «buen amigo», con el que duermo todas las noches, que más de un día la acompañaba a su casa, a pesar de que alguna vez lo atracaron a su regreso.
El secreto de la popularidad de Belén estaba en su alegría. Siempre estaba de buen humor, siempre veía el lado positivo de las cosas y siempre apoyaba a todas sus amigas con una gran sonrisa, aunque el tema fuera preocupante. Esa sonrisa tranquilizadora….Que maravilla!!!!
A veces, Belén nos invitaba a comer a su casa. Unas veces estaban sus padres y otras veces no. Cuando los padres de Belén no estaban, tomaba la varita de mando » La Mary», una chica que trabajaba en casa de Los Portolés desde siempre. Mary es un personaje genial, con un cierto parecido a las hermanas Hurtado, una infantil ingenuidad y una paciencia infinita que le llevaban a aguantar «carros y carretas» cuando estábamos con ella. A veces, llegábamos a comer y Mary decidía que no estaba por aguantar ese día y nos «espamploneaba» diciendo que no había tomate para los macarrones. Allí siempre intervenía Miguel, el hermano mayor de Belén, que mediaba para que Mary acabase sentándonos a la mesa y sirviéndonos los macarrones con tomate.
Belén crecía, como todas «Las Todas». Belén crecía por fuera a una velocidad normal, pero lo hacía rapidísimamente por dentro. Cuando eres niño a eso no le das importancia. Siendo muy joven, «Porto» era una persona con una riquísima vida interior, con las ideas muy claras y con unas bases religiosas bien cimentadas. Combinaba perfectamente su vida juvenil, sus estudios, salidas y amistades con sus actividades voluntarias y grupos de oración.
Y creció y se casó… y Belén y Tito ¡tenían tantas cosas en común!Compartían escalas de valor, inquietudes y sobre todo muchas ilusiones.
Un día Tito se marchó inesperadamente. Se fue prematuramente en un accidente de montaña. Se fue y de camino al cielo se cruzó con Iñigo que esperaba plácidamente en el vientre de su madre para ver la luz…. y aquello fue un auténtico mazazo para Belén, por supuesto,… y para la familia… y para los amigos… y para los conocidos y…¡Nos quedamos con el corazón encogido!
Yo imaginaba su sentimiento y, recuerdo, que deseaba con todas mis fuerzas que Dios le quitase un poco de dolor y me lo pasase a mi, para que la carga no fuera tan pesada. Creo que se lo llegué a decir a ella muy bajito y al oído, pero realmente creo que Belén no podía oír a su alrededor. Sus preguntas estaban esperando respuestas desde otro sitio y allí es donde tenía puesto el oído.
Os puedo decir, que estoy segura que al igual que yo, muchos de nosotros, veíamos en esos momentos a Belén frágil y desgraciada. Yo tenía ganas de acunarla, a ro ro, cantarle una nana, igual que si fuera un bebé, y dormirla para que cuando despertase hubiera pasado todo… Y entonces pasó… Belén, sin ningún propósito de hacerlo, nos demostró que no era una persona frágil, ¡qué va!, era mucho más fuerte que todos juntos.
La «Porto» tuvo un hecho en su vida muy desgraciado, si, por supuesto… pero Belén es una persona de las más afortunadas que conozco. Tiene una fe, que le hace mirar la vida de otra manera. Sus creencias y su riqueza interior le permiten ser valiente y afrontar las cosas como se le presentan. Acata las decisiones que le vienen dadas y que le va mostrando el destino con una perspectiva siempre positiva. Belén nos dio una auténtica lección cuando todos estábamos compadeciéndonos de su desgracia. Agarró las riendas de su vida, sacó toda su fuerza interior y nos dejó con la boca abierta.
«Porto» hace años se volvió a casar. Pedro es un marido excepcional y un maravilloso padre para Iñigo, Belén y Ana. La vida por fin premió a Belén y a su manera de ser, generosa y entregada. Tiene una familia genial y un trabajo que le llena. Su trabajo ,como no podía ser de otra manera le permite estar cerca de los más desfavorecidos, para ayudar en todo lo que puede.
Belén, gracias por tu «Dios proveerá» en los momentos que más falta me hacen.
Orgullosa de ser «todista»… y tu? ¿Eres todista?

Belén (la tercera empezando desde la izquierda) con parte de Las Todas en el cumple de Berta
por Luijordana | Ene 8, 2014 | Las Todas
Este es un post que, como viene siendo habitual, viene con retraso. Este es además, un post especialmente difícil para mí…. y no es porque no tenga cosas estupendas que contar sobre MD, podría llenar folios y folios hablando sobre ella y sobre su vida, cualidades y virtudes. ¡Claro que si! Lo que pasa es que María es una de nuestras «Todas Viajeras», una más del grupo que un día cogió la maleta y se marchó a recorrer mundo, a ver lo que tenía que ofrecerle el planeta, a aprender otros idiomas y de paso aprendió de la vida, del trabajo, del amor … y María se quedó. ¡Otra que no volvió a España más que para Navidades y acontecimientos especiales!
Formó su familia y cumplió deseos con los que había soñado desde niña. Vivió muchas otras cosas que no se podía imaginar que la vida le daría. Esto es algo que me alegra por ella, porque sé que es feliz y porque sé que es su opción de vida, una vida super rica, llena de experiencias e historias que nunca podré llegar a imaginar pero que a la hora de escribir me entristecen. Me entristece porque este es un post de los que escribo, con la música bajita de fondo y llena de nostalgia, con una lagrimita en los ojos, con la cabeza llena de imágenes del pasado. Escribo con esa sensación que deben sentir los padres cuando se marchan los hijos de casa y se plantean cuántas cosas dejarán de compartir con ellos en la vida. MD no es una hija, MD es una gran amiga, pero no puedo evitar lamentar cuantas vivencias buenas y no tan buenas, habremos dejado de compartir en la distancia.
A María (como ahora la conoce todo el mundo), la conocí en el Colegio. Coincidimos en la misma clase a mi vuelta de Madrid. Entonces ella era María Dolores, una adolescente malagueña que había caído en Zaragoza después de un traslado de su padre, que casualmente trabajaba en la misma empresa que el mío. A Jesuitas iban ella y sus hermanos. Juan y Javier eran dos chicos «superpopulares» en el colegio por su físico y por su simpatía. MD también tenía una hermana pequeña, Rocío. Rocío en aquella época, no era importante para nosotras, estaba en otra onda, era la hermanita pequeña y el juguete de la casa. Era simplemente una cuarta hermana y entonces su papel no era muy relevante (jeje, conozco bien esa sensación) ¡Como cambian los años! En casa de MD compartimos, muy buenos momentos y horas de estudio de lo que entonces era B.U.P. Su familia, con una gracia andaluza a raudales, era muy acogedora y daba gustazo estar en su casa.
Bueno, el caso es que allí aparecimos las dos, sentándonos pupitre con pupitre y asistiendo juntas a las clases de literatura del «Batusi», profesor apodado así por su altura. Pronto empecé a llamar a Maria Dolores, «emedé Marín», porque su nombre se me hacía muy largo… ¡jajaja, es mucho más corto así! Inventamos una manera de saludarnos también muy breve…¿ Recuerdas MD? Cada día una de nosotras añadía una palabra hasta que finalmente quedó así,
«Chunga la menga
mandria congria,
bacalao, bacalao, bacalao,
bis, bis, bis, wissum, balay, coca cola light, plate»
Mi amistad con MD fue como un flechazo, congeniamos enseguida, compartíamos un humor muy parecido y risas sin conocimiento en el colegio. Yo era bastante «empollona» y ella un poco menos. A veces, me volvía medio loca cuando en algún examen, de repente, me «mangaba» el papel delante de mis narices, para ver lo que había puesto yo, y me dejaba mirando al infinito con la sola compañía del boli y la mesa vacía… A mí, en esos momentos me daban ganas de asesinarla. Me hacía pasar unos nervios increíbles, no sabía donde mirar, ni como reaccionar y sólo veía como el profesor se acercaba más y más y yo no tenía donde escribir, pero finalmente estas historias siempre acababan bien y todo quedaba en anécdotas llenas de risas.
No sé si alguna vez os habéis parado a pensar lo importante que es, que vuestros hijos lo pasen bien en el colegio, yo desde aquí os animo a que intentéis fomentarles las amistades divertidas. Siempre nos preocupamos por si van con gente de bien,… ¡Perfecto! Pero si además de buenas personas, son divertidos, mejor que mejor. Yo os puedo asegurar que, en mi caso, iba al colegio encantada porque allí estaba mi gran amiga y además… ¡lo pasábamos tan bien juntas! En nuestra memoria han quedado miles de momentos que recordar, casi todos relacionados con temas colegiales.
MD y yo nos hicimos muy buenas amigas, y compartimos mucho más que momentos divertidos, compartimos una adolescencia, con mucho «pavo» por mi parte. Eramos confidentes, nos contábamos miedos, problemas, vivencias y nuestros secretillos típicos de la edad…
-A mi me gusta «Fulanito»
-A mi «Menganito»
-Pues te ha mirado en clase …
-¿Seguro? ¿Sabes algo? No le digas nada que me muero de corte
Aún recuerdo alguna noche de estudio, inventando historias sobre nuestro futuro, nuestro posible marido, situación social y trabajo.

María con uno de sus hijos celebrando su cumpleaños en Maldivas
MD era una guapísima andaluza con un pelo rizado moreno espectacular y una altura imponente, me parto de risa cuando pienso que entonces ella se veía «patito feo» y me costó convencerla para empezar a salir con Las Todas, porque nos idealizaba un montón. ¡Que complejos más tontos se tienen con cierta edad!
MD y yo eramos posibles candidatas a protagonistas de cualquier serie familiar americana. Igual fue por esto, que cuando llegó COU, ella y sus padres, decidieron que debía empezar a conocer mundo y allá que se fue a EEUU. Volvió después, claro que sí, pero el veneno ya había entrado en sus venas y una vez que había estudiado su carrera en Zaragoza cogió «los trastos», plantó a su novio y salió a un universo que le esperaba lleno de cosas por descubrir.
María perdió el «Dolores» cuando se fue a EEUU para evitar que se lo pusieran de primer apellido, pero ganó el mundo a sus pies.
Actualmente vive en Zambia, casada con un serbio, Vlad, tiene tres hijos. El whatsapp y las nuevas tecnologías han vuelto a unir nuestras vidas. El otro día salió en «Españoles en el mundo» de RTVE. ¡No puedo evitar echarla de menos!
Os dejo el enlace del programa completo para que la conozcáis. Ella sale a partir del minuto 51, aunque según dice han cortado justo la parte del programa que hablaba de su vida en Zaragoza y el saludo a Las Todas.
MD, nos lo creemos, porque ¡no puede ser de otra manera!
Viendo esto comprenderéis porque soy todista. ¿Y tú? ¿Eres todista?
ESPAÑOLES EN EL MUNDO / ZAMBIA
por Luijordana | Nov 29, 2013 | Lifestyle
Tenía un post preparado para Patricia Lainez una «Toda» que cumplió años esta semana, pero conozco bien a «La Lai». Se que me va a perdonar que le de prioridad a este otro, porque no quiero aburriros con historias biográficas. De este tipo de entradas escribiré sólo una vez a la semana.
En mi dedicatoria de «Sobre mi» de yotodista.wordpress.com, lo decía: «Este post va dedicado a Las Todas y a otras muchas amigas que no son TODAS porque no estaban allí en el momento adecuado, pero que cumplen requisitos sobradamente».Mi madre hubiese sido una Toda fundadora si le hubiese tocado compartir generación. Además ella es enteramente todista, nos ha visto crecer juntas. A ella voy a dedicarle el post este viernes
¿Que es una madre? Difícil definición. Es algo que hemos tenido todos. Hemos llegado al mundo luchando por ver la luz, navegando desde nuestro cálido rincón en el vientre de una señora, que ya empezó a cuidarnos desde que tuvo noticia de nuestra existencia.
Si ser madre fuese un puesto de trabajo remunerado, ¿Como definiríamos su cometido? No se.., yo diría algo así como «Velar por los suyos, garantizándoles que no les falte de nada, aun cuando esto vaya en detrimento de su propio bienestar o incluso le perjudique». No se como serán las demás madres. Cada uno conoce a la suya. Imagino que como en todos los trabajos habrá madres estupendas que cumplan los objetivos sobradamente, otras que dejan bastante que desear y otras pésimas. Yo puedo hablar de la mía y os aseguro que se lleva la condecoración al mérito especial por su entrega y generosidad.
Mi madre cumple el 4 de Diciembre, 80 Años. Nació un día de Santa Barbara, patrona de las tormentas. A ella se le encomienda cada vez que oye un trueno porque curiosamente les tiene un miedo atroz. Las intuye de lejos. Alguna imagen de mi infancia se desarrolla en casa, con las persianas bien bajas, la televisión y aparatos eléctricos desenchufados y un murmullo en el aire, que no era otra cosa que mi madre rezándole a Santa Barbara bendita.
Ella es católica y además una gran devota de algunos santos. A algunos como Santa Genoveva de Torres y San Antonio de Padua los tiene pluriempleados. Yo siempre le digo que de tanto pedirles, van a acabar abandonando. Que no está bien visto que los Santos hagan tantas horas extras, que en el Cielo se van a rebotar los demás,…. pero en cuanto te despistas,… Zasss!!! allá va con su estampita de «La Geno» y te la camufla entre el equipaje cuando te vas de viaje.Pero no os creáis que es una monja. Combina perfectamente sus devociones con el mundo que le rodea y se ha adaptado con espectacular facilidad a las situaciones de nuestro tiempo. Situaciones que le han tocado vivir asumiendo con total normalidad mientras amigas de su misma generación no han sabido encajar sin prejuicios. Acaba de abandonar la vitrocerámica por un smartphone y eso es un buen síntoma.
Mi madre tiene «a partir de ya», 80 años. Tiene whatsapp pero no tiene blog, aunque tampoco le hubiera podido dedicar un post a mi abuela que murió en su parto. No la conoció, ni pudo aprender de ella el difícil oficio de ser madre. Ni de ella, ni de la tía que la crío cuando 5 años después, su padre murió como consecuencia de una enfermedad contraída en la Guerra Civil. El hermano de mi abuelo y su mujer se la llevaron a casa para cuidar de ella y que no se quedase sola, pero realmente no tuvo lo que se dice una infancia muy feliz. A pesar de ello, siempre ha estado enormemente agradecida porque dice que nunca le falto de nada…., aunque yo se que le faltó lo más importante: el amor de unos auténticos padres.
Yo creo que por eso mismo, siempre ha intentado ofrecer aquello que ella no recibió . Cuando tu escuchas a cualquier conferenciante dar una sesión de coaching, tan de moda últimamente, te dicen que no es importante a lo que te dediques sino a destacar en ello. Mi madre va a pocos eventos de este tipo, pero ya estaba formada en estas lides y lo ha demostrado volcando todos sus esfuerzos en ser la mejor, en ser la primera, la número uno, en su oficio de madre.
Para tan difícil cometido, eligió a una persona a su lado que la complementaba perfectamente. Mi padre, Salvador, paciente, concienzudo y templado. No en balde su película favorita era «El Hombre tranquilo», película que pudo llegar a ver más de 500 veces. «Espasita», como nosotros le llamábamos cariñosamente por su afición a la lectura y cultura, era el complemento ideal de mi madre, una sagitario nerviosa, pasional e impulsiva. Mi padre nos dejó demasiado pronto y con él se fue su mitad. Ella lo recuerda todos los días para mantenerlo vivo entre nosotros y él nos echa una mano desde arriba cuando hace falta para capear el mal tiempo.

Una gran familia
Mi madre es pura pasión, es pasión extrema. Cuando quiere, quiere hasta que le duele, cuando hace trabajos manuales, lo hace hasta que sus cervicales no pueden más, cuando se enfada puedes echarte a temblar de verdad porque salen por su boca palabras que ni siquiera siente, cuando se emociona suelta la lagrima sin poder evitarlo y cuando escucha el llanto de un niño, es capaz de ponerse enferma aunque no conozca a la criatura. Podíamos decir que más que una persona con auténticos sentimientos es una persona de sentimientos auténticos.
Impulsiva de nacimiento, no se te ocurra comentarle que necesitas cualquier cosa, ya sea material o espiritual. Ella instantáneamente se pone en marcha, gestiona, llama, se tira a la calle, coge un taxi, se va a Belchite y vuelve en media hora, baja a rezarle a la Geno o se queda con tus hijos para que tu te vayas a jugar a paddle aunque tenga que suspender algo que le apetecía hacer muchísimo. Todo esto lo hace sin contártelo para que no te sientas mal. Su entrega es total y absoluta, por eso cuando los demás le fallamos ella se siente frustrada y dolida. Pero mamá es muy complicado estar a tu altura, incapaces de seguir tu vitalidad y de imitar tus maneras. ¡Ojala un día mis hijos pudiesen estar tan orgullosos de mi como lo estamos nosotros de ti!
No me olvido de las noches en vela sujetándonos la frente, de las mañanas de fin de semana en vuestra cama, de la ropa metida a la secadora por la mañana para que estuviese más caliente los días de invierno, de los canelones que me hacías para que comiese algo porque era mala comedora, de mi primera «Cacholi» que reía al tirarla al aire y de aquella noche que os tirasteis a la calle a buscar un veterinario de urgencia porque le había dado un golpe al perro y tenía un ataque de histeria. Tampoco me olvido de tus masajes en los pies para hacérmelos entrar en calor, de tus conversaciones a las 5 de la mañana después de una noche de juerga, de esos trabajos de plástica que me ayudaste a terminar por la noche, de esos caramelos chupados que no me gustaban y te daba para guardar, de esos bocados que dejaste de comer porque me habían apetecido a mi o de esos que te comiste cuando yo no quería más y tu querías evitarme una bronca con papa…..
Como canta el Rey Loco en El Libro de La Selva «quiero ser como tu». Muchas gracias por estar ahí!!

Gracias mamá
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