
Calzada de los Gigantes
Hace unos días, mi hijo mayor en el colegio y por medio de un libro de texto, se enteró de la existencia de “la Calzada de los Gigantes”. Javier que es un niño muy imaginativo, aficionado a la mitología y gran apasionado de la literatura y las historias, quedó prendado con este paraje y la leyenda que le acompaña sobre su formación.
Enseguida encontró en “La Calzada de los Gigantes” un lugar que necesitaba visitar de manera inevitable, a ser posible inmediatamente y una necesidad imperiosa de compartir con todos vosotros por medio de Artevida, semejante hallazgo.
El viaje, por cuestiones obvias, no hemos podido llevarlo a cabo inmediatamente aunque está de los primeros en la lista de pendientes….Sin embargo, dado que su segundo deseo está al alcance de mi mano, aquí os dejo mi pequeña contribución para que tengáis en cuenta esta magnífica obra de arte de la naturaleza, a la hora de planificar un viaje.
La “Calzada de los Gigantes” se halla en Irlanda del Norte, fue descubierta en 1693 y declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986.
Se trata de una formación impresionante, de esas que su perfección y belleza nos transmiten una mezcla de sentimiento entre asombro y misterio. Nos hacen sentirnos pequeñitos ante la maravillosa fuerza de la naturaleza a la hora de ejecutar su cincel con la máxima precisión.
Este área formada por unas 40.000 columnas de basalto, se debe a un rápido enfriamiento de la lava surgida del interior que produce una contracción en la roca que le da este aspecto. En otros lugares del mundo hay formaciones así, pero ninguna tan impresionante. Casi todas las columnas son hexagonales, aunque también las hay de 5, 7 y 8 lados.
Y como todas estas cosas enigmáticas de la naturaleza …tiene leyenda detrás. Se dice que en Irlanda vivía un gigante de nombre Finn y en Escocia otro gigante que se llamaba Bennadoner. Los gigantes estaban todo el día discutiendo y tirándose piedras, hasta tal punto que se formó un camino sobre el mar que unía el emplazamiento de los dos gigantes. El gigante escocés decidió pasar por él para retar a su adversario, que era más débil. Al verlo venir la mujer de Finn (el gigante irlandés), lo vistió de bebe, de manera que cuando Bennadoner lo tuvo delante, pensó que si el bebé era así de fuerte, el padre era mejor ni imaginarlo, por lo que salió huyendo con tanta fuerza que fue destrozando la calzada y hundiendo columnas en el mar.
Podeis ver unas impresionantes fotos de este lugar en mi cuenta de Pinterest
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